Fornalutx, situado en el corazón de la Sierra de Tramuntana, es considerado uno de los pueblos más bonitos de España y un destino imprescindible en Mallorca. Este pequeño pueblo, con sus calles empedradas, casas de piedra y jardines llenos de flores, ofrece una atmósfera única que combina historia, tradición y una belleza natural incomparable.

El pueblo tiene sus raíces en la época árabe, como se evidencia en sus antiguos sistemas de riego y en la distribución de sus calles. Durante siglos, Fornalutx ha mantenido su esencia, lo que lo convierte en un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Pasear por su casco antiguo es como viajar al pasado, con detalles como ventanas de madera pintadas y tejados de tejas rojizas que realzan su encanto.

Entre los puntos destacados se encuentra la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, un templo del siglo XIII que combina estilos gótico y barroco. También son imperdibles sus miradores, que ofrecen vistas panorámicas del Valle de Sóller y los naranjales que rodean el pueblo. Además, Fornalutx es un excelente punto de partida para rutas de senderismo que exploran los paisajes de la Tramuntana, como el ascenso al Puig Major.

La gastronomía local también es un atractivo, con restaurantes que ofrecen platos típicos mallorquines como el tumbet o el frito, acompañados de vinos locales.

Fornalutx es más que un destino turístico; es un refugio para quienes buscan paz, autenticidad y naturaleza. Su reconocimiento como uno de los pueblos más bonitos no es casualidad, ya que cada rincón refleja la riqueza cultural y natural de Mallorca. Visitar Fornalutx es una experiencia que combina lo mejor de la isla: tradición, paisajes espectaculares y una hospitalidad inigualable.