Descubre la Iglesia de Sant Jaume de Alcúdia

La Iglesia de Sant Jaume, situada en el corazón de Alcúdia, es uno de los monumentos más importantes de esta ciudad amurallada en Mallorca. Construida por orden del rey Jaime II en el siglo XIV, este templo fue originalmente una muestra de la arquitectura gótica religiosa. Sin embargo, en 1807 sufrió un colapso que destruyó gran parte de su estructura. Más tarde, fue reconstruida en estilo neogótico y dedicada a Santiago, el patrón de Alcúdia.
La imponente fachada de la iglesia destaca por su gran rosetón y una figura de Santiago, elementos que simbolizan la fe y la historia de la localidad. En su interior, los visitantes pueden explorar un interesante museo sacro y admirar la Capilla del Santo Cristo, la única parte que permaneció intacta tras el derrumbe.
Además, la ubicación de la iglesia, junto a las históricas murallas de Alcúdia, permite a los viajeros iniciar un recorrido por la ciudad.
Porta del Moll

La Porta del Moll, también conocida como Porta de Xara, es uno de los símbolos más representativos de Alcúdia. Esta imponente puerta forma parte de las murallas medievales construidas en el siglo XIV bajo el reinado de Jaime II para proteger la ciudad. Situada en el extremo norte del casco antiguo, la Porta del Moll era uno de los principales accesos a Alcúdia y una conexión estratégica con el puerto.
La estructura se caracteriza por sus dos torres cuadradas, unidas por un arco de medio punto, y un pequeño puente que antiguamente cruzaba el foso. Este rincón conserva el encanto medieval que transporta a los visitantes al pasado histórico de Mallorca.
Hoy en día, la Porta del Moll es un punto de encuentro para los turistas que desean explorar el casco antiguo, sus calles empedradas, y disfrutar del ambiente único de esta ciudad amurallada. Un lugar imprescindible para los amantes de la historia.
Ciudad Romana de Pollentia

La Ciudad Romana de Pollentia, situada en Alcúdia, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Mallorca y un testimonio fascinante de la presencia romana en la isla. Fundada en el siglo I a.C., Pollentia fue un próspero centro comercial y político durante la dominación romana, reflejando la influencia de esta civilización en el Mediterráneo.
El yacimiento incluye restos significativos, como el Foro, corazón político y religioso de la ciudad, donde se pueden observar templos y otros edificios públicos. También destacan las ruinas de una zona residencial conocida como La Portella, que conserva casas con patios y muros decorativos. A pocos metros, el Teatro Romano, tallado en roca, es un ejemplo único en Mallorca de este tipo de construcción.
Visitar Pollentia permite viajar al pasado y descubrir cómo vivían los romanos en la isla. Además, el cercano Museo Monográfico complementa la experiencia con objetos hallados en el yacimiento.